Madrid a 19/04/2025
Ir en pijama cuando todos van en uniforme, te dará una libertad enorme (y más dinero).
Sin depender de publicidad ni afiliación.
Vale.
No te voy a decir lo típico de que te garantizo ventas con el copywriting de élite, ni 3 palabras que no debes usar, ni que tu negocio es una mierda.
Más que nada porque nada de eso es cierto, en principio.
Es más. Si estás buscando un copywriter, seguro que te va bastante bien.
A no ser que alguna de las agencias de Marketing (por llamarlo así) haya dado contigo y te hayan bajado las ventas.
En ese caso, te acompaño en el sentimiento.
Sigo con el otro caso (el de los pijamas).
El 99% de negocios están yendo en uniforme, y si no les copias y lo haces bien, serás el 1% que va en pijama.
Ojo, que no quiero venderte una promesa inalcanzable porque todo esto lleva investigación, análisis y trabajo.
Para entendernos con esto de pijamas y uniformes, antes tienes que conocer la historia de un tío que iba a mi colegio de pequeño, que después de 7 años todos le recordamos.
7 años después, cuando quedo para tomar algo, aún sale lo de este tío.
Esto era en 2º de la eso o así. Lo que algunos llaman EGB.
Bueno, yo lo llamo 2º eso porque soy más reciente, pero vaya, me entiendes.
Pues era un día de lo más normal en el colegio. Un colegio privado, de los que van todos con uniforme y a las 9:30 en clase. El profesor preguntando por el finde a caras con legañas de recién levantados, sentados en mesas verdes pintarrajeadas por todos lados.
Todo iba normal hasta las 9:32.
A esa hora, en un lunes corriente, lo que menos te esperabas en es que entrara un chaval a clase así.
Roberto, se llamaba.
Era una de esas personas que recuerdas porque jamás hablan. De las que miran, pero no hablan.
Puedes intercambiar expresiones, gestos, y miradas, pero no hablan.
Vamos, que podría caer una bomba a escaso metros del colegio y te juro que no abriría la boca. Te doy mi palabra.
Pues este tío tan callado, resulta que iría con prisa y tal, y llegó con el pijama a clase
Joder, estábamos todos sentados ahí esperando que el profesor empezara a escribir en la pizarra y entra este tío con la camiseta de pijama.
Jajajaja.
A él le dio igual. Eso nos hizo más gracia aún.
Ya te digo, hombre de (muy) pocas palabras.
Ni justificación dio.
Pero en todas nuestras cabezas se quedó.
¿Por qué te cuento esto de “El Gran Roberto”?
Bueno, porque quizá a tu negocio haya que darle un toque de Roberto.
No lo sé, aún no lo he visto, pero quizá necesita el toque.
¿Cómo saberlo?
Fácil.
Abajo pones tu correo y recibes un audio en el que te digo el error de un camarero mexicano que cometen 4 de cada 5 negocios en España, y que te dejará en uniforme (como todos).
Porque lo mejor es que lleves el pijama cuando el resto va en uniforme, pero eso ya cada uno.
Tú con el audio podrás decidir qué hacer.
Ojo, si entras en la lista recibes 1 email al día en el que te doy consejos como el de Roberto.
Clases magistrales como las que nos dio Roberto hace años.
Y te trataré de vender mis servicios. Que igual, si no los compras, pues coges ideas para vender los tuyos.
Nos vemos.
